10.27.2009

Eden’s Curse - The Second Coming

Magnífica segunda entrega discográfica de la agrupación multinacional encabezada por el vocalista norteamericano Michael Eden y el bajista escocés Paul Logue (Cry Havoc), quienes ya sorprendieron gratamente a todos los seguidores del metal melódico el año pasado con su debut “Eden’s Curse” (2007). La banda se completa con el guitarrista Thorsen Koehne (Code Of Perfection), el batería Pete Newdeck (Grim Reaper, ex Paul Di'Anno) y el teclista Ferdy Doemberg (Axel Rudi Pell, Rough Silk, Taraxacum), prometiendo acrecentar su enorme popularidad gracias a trece potentísimos nuevos temas, para cuya grabación han vuelto a contar con el apoyo del reputadísimo Dennis Ward (Pink Cream 69) como productor. Las colaboraciones tampoco se han hecho esperar, pues en los coros del disco han participado categóricos cantantes de la talla de Tony Harnell (Starbreaker, ex TNT), Doogie White (Cornerstone, ex Yngwie Malmsteen, Rainbow) y Carsten ‘Lizard’ Schulz (Evidence One).

Tras la salida del EP acústico “Seven Deadly Sins - The Acoustic Sessions” (2008) que ha pasado algo desapercibido, la espera finalmente ha terminado e indudablemente Eden's Curse con la presentación de este “The Second Coming” (2008) han conseguido superar todas las expectativas que se habían depositado sobre ellos. Alejándose de la inmediatez de su debut, en el nuevo álbum la banda ofrece temas más potentes y mejor estructurados, estribillos soberbiamente construidos, increíbles solos de guitarra y una voz que envuelve cada uno de los temas con melodía y elegancia.

El disco se inicia con una mística introducción titulada “Reign Of Terror”, la cual es seguida del poderoso y acertado trallazo “Masquerade Ball”, un tema lleno de potencia y melodía, con unas guitarras virtuosas sobre las que cabalgan sobre la espectacular y cristalina voz de Eden y el órgano Hammond de Doernberg. Mejor carta de presentación, imposible… Una marcada línea de bajo a cargo de Paul Logue inicia “Angels & Demons”, un corte bastante más melódico (y no por ello menos potente) que el corte inicial, donde la cantante Pamela Moore -que hizo el papel de la hermana Mary en “Operation: Mindcrime” (1988) de Queensrÿche- comparte fabulosamente las laborales vocales con Michael Eden, mientras el trabajo de Koehne tanto a nivel de riffs como en el solo principal es simple y sencillamente soberbio.

La siguiente “Just Like Judas” posee una base mucho más heavy y potente, aunque el eficaz estribillo reconduce el sonido del tema hacia los terrenos del hard rock melódico que hacen bandas como Jaded Heart, Bonfire o los propios Pink Cream 69, convirtiéndolo en uno de los pasajes más brillantes y pegadizos del disco. La fabulosa melodía vocal del cálido medio tiempo “Sail On” (el cual posee un solo de guitarra cargadísimo de feeling) seguramente pondría más que celosos a muchos cantantes de A.O.R.; contrastando notablemente con la evidente contundencia guitarrera que posee el siguiente “Lost In Wonderland”. Los afinados acordes de guitarra de la melódica “West Wind Blows” (con un gran trabajo de la sección de ritmo) nos introducen en el tema que, potencialmente, sea el que mejor define la propuesta de “The Second Coming”. El resplandeciente “Signs Of Your Life” y su vibrante ritmo poseen un fabuloso trabajo de guitarras y un estribillo melódico cargado de feeling y melodía que hacen de éste uno de los mejores temas del disco.

Después de la garra y fuerza que transmiten los dos temas inmediatamente anteriores, aparece la sublime “Man Against The World”, la primera y única balada del disco, un corte precioso e intimista con piano de fondo que proporciona una pequeño respiro antes de la potente “Raven’s Revenge”, probablemente la pieza más heavy de todo el álbum. La parte final del disco está compuesta de “Lost Soul” y su particular ritmo que va cambiando gracias a las pinceladas progresivas que la banda le ha añadido, combinándose perfectamente con unos coros bastante más ambientales; la melodía agresiva y directa del potente “Games People Play”; y la finalísima “Ride The Storm”, una canción llena de intensidad y afiladas guitarras donde escuchamos la voz de Michael Eden en tonos mucho más graves.

Excelente lanzamiento de una banda, que de seguir por el mismo camino, no tardará en ubicarse pronto como uno más de los grandes representantes del metal melódico contemporáneo.

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